Comparto los roles del Seminario Alemán. Los nombres de los estudiantes asignados a cada rol, los decidiré mañana al inicio de la clase.
En lo posible les sugiero imprimir este contenido
DIRECTOR HENRY CAÑÓN SALAZAR
RELATOR
CORRELATOR
DISCURSANTE
PROTOCOLANTE
El papel del director del seminario
Partiendo del
principio de que en todo seminario investigativo la responsabilidad final
reposa en la actividad, destreza y recursividad del grupo que se dé el mejor y
más productivo clima de convivencia y progreso, el papel del director es
determinante, especialmente en los seminarios formales y escolarizados; en
tanto el director es quien posee la mayor experiencia y dominio sobre el tema, serán
además, su ejemplo y acción los encargados de dirigir a los participantes por
la huella investigativa, proponer horizontes innovadores y, por tanto, inducir
cambios de actitudes hacia la investigación, el saber y el desarrollo humano.
Los resultados
del trabajo de diversos grupos de seminarios evidencian y destacan la
importancia del director para mantener la cohesión del grupo, evitando
actitudes de intimidación o amenaza que desestabilicen el clima cooperativo de
convivencia que debe inspirar la acción mancomunada del grupo. De esta manera
es posible superar bloqueo psicológico y actitudes cerradas y definitivas de
los participantes. Así mismo, el director debe constituirse en un promotor de
la participación democrática en tanto Confía en la capacidad del grupo,
favorece las discusiones, pide y toma en cuenta las opiniones del grupo antes
de decidir, la responsabilidad la comparte con el grupo, da explicaciones y
permite críticas, aceptándolas; deja libertad a los miembros para trabajar a su
ritmo e interés, eligiendo sus equipos. Los grupos de estructura democrática
están más motivados para la tarea y las relaciones personales son más estrechas
y cordiales, hay más comunicación, menos hostilidad y mayor desarrollo personal
de los miembros (remolina).
Ahora bien, en
dirección opuesta al director democrático, deliberante y participativo,
fundamentado en una autoridad epistemológica, está el “autoritario” que Toma
decisiones personales, da órdenes y normas, imponen su criterio y es el único
responsable, no da explicaciones de sus acciones, sólo él conoce el curso del
seminario y de la actividad que desarrolla en el grupo, define y señala los objetivos,
distribuye las tareas, designa a los miembros de cada equipo. El grupo dirigido
autocráticamente soporta mayor hostilidad, descontento, competición; los
miembros son menos creadores y más dependientes; las reacciones suelen ser agresivas
en unos y apáticas en otros (Remolina).
Finalmente, un
director o coordinador paternalista será aquel que evitará enfrentar el
conflicto de la diferencia, propio de la convivencia que se presenta en los
grupos, intentará ser protector de todos pero en esa medida permitirá posturas
de indecisión e inseguridad. No sobra agregar que, en general, el paternalismo
siempre será generador de dependencia e inmadurez. Con la mejor buena
intención, hace lo que cree mejor, quizás influido por un contexto formativo,
familiar y escolar donde también primó un ambiente de relaciones y convivencia,
signado por valores autocráticos y paternalistas.
Relatoría
La relatoría o relación es el procesamiento a través del cual el relator
expone el tema correspondiente en la sesión del seminario. El relator tiene
como misión principal enriquecer, como resultado de su investigación y estudio,
el saber de los demás, buscando por medio de una argumentación rigurosa aportar
algo nuevo que permita avanzar en el conocimiento sobre el objeto de estudio.
En particular, debe propiciar rutas cognoscitivas que conecten o articulen con
otros saberes o dominios disciplinares, en la búsqueda de visiones holísticas
que permitan, más que explicaciones parciales, comprensiones globales del tema,
tarea que, obviamente, no es exclusiva de un participante sino labor
constructiva de todo el grupo. Sin embargo, siempre el grupo espera aprender de
cada relator y, con ello, elevar su nivel de conocimiento sobre el tema de
estudio. Para cumplir esta misión cada relator posee plena libertad para
organizar su material argumental con el propósito de convencer al colectivo del
seminario. Para ello puede utilizar, en términos didácticos, asociaciones,
relaciones, ejemplos y pruebas lógicas o experimentales; en otros casos;
exponer el tema desde una contextualización histórica hasta las diversas
teorías y concepciones explicativas, según resultados, conclusiones o avances
del proceso de investigación que el relator viene realizando. En este caso, el
relator presenta cada uno de los pasos que ha seguido en la investigación, así como
las dificultades, críticas y proyecciones posibles del trabajo investigativo.
Correlatoría
La función central del correlator es complementar y, en lo posible,
enriquecer la relatoría; considerando que un tema nunca se agota (más cuando se
trata de un tema investigativo), el correlator debe concentrar toda su atención
en la exposición del relator, con vistas a hacer sus propios aportes de
acuerdo, así como los desacuerdos o puntos críticos que motiven o sirvan de
base para la discusión y evaluación de la relatoría. De igual manera, el
correlator debe destacar los aportes más relevantes de la relatoría y
complementarlos para contribuir al debate general del grupo.
El valor de la correlatoría
en la formación integral
1. El estudiante o participante del seminario se ejercita en la compleja acción
de saber escuchar, de potenciar las habilidades de concentración, desarrollando
las capacidades valorativa y crítica. 2. 2. Se ejercita la capacidad de
evaluar, mediante la apreciación y valoración del dominio argumental del tema,
de la claridad de la exposición. La capacidad de motivar y convencer al grupo,
de encontrar errores, aciertos y elementos nuevos y productivos que descubran
horizontes de desarrollo y crecimiento humanos.
Discusión (Discursante)
La discusión es el espacio intelectual donde los participantes realizan la función
de confrontación de sus concepciones y dominios de experiencia sobre el tema
del seminario con las otras “visiones” y argumentaciones que poseen los
integrantes del grupo.
En el espacio del debate, la confrontación asume un carácter positivo, en tanto
permite demostrar el aporte personal al grupo, como el enriquecimiento del
dominio experimental propio, con las otras concepciones y contribuciones de los
demás miembros del seminario.
En esta perspectiva, la validez del saber elaborado y discutido por el
grupo es consecuencia y resultado de la concertación en la dinámica misma del grupo.
De esa forma, no se asumen verdades definitivas ni absolutas, sino aproximaciones
pertinentes a la temática en estudio, donde cada participante aporta de su
subjetividad o dominio experiencial el saber sobre el tema; luego, por vía
intersubjetiva de acuerdos sucesivos de los distintos dominios de experiencia,
se avanza en síntesis explicativas o comprensivas sobre el tema de
investigación, incluyendo, por supuesto, aquellos nodos o “agujeros negros” que
dejan insuficientemente explicados o parcialmente convenidos. De esta manera
nos aproximamos a una supuesta “verdad objetiva” que es posible sólo a través
de la comunicación productiva de las distintas “subjetividades”. La discusión
en el seminario investigativo sigue la lógica de los principios kantianos,
aplicada al acto y proceso pedagógico. Aprender a pensar por sí mismo. Pensar en el lugar del otro. Obrar con autenticidad.
Valor del protocolo en la
formación integral
El protocolo permite en su realización el ejercicio de la concentración
para percibir y captar lo fundamental, los momentos más trascendentales de la sesión
y plasmarlo por escrito. Por tanto, la elaboración de protocolos permite
superar una cultura oral que, aunque legítima y válida, no logra hacer
trascender la producción intelectual del docente o seminarista del instante
presente de su presentación hacia un horizonte de permanencia, relecturas y
perfeccionamiento sistemático, así como de amplia y diversa difusión pública
para una apropiación colectiva múltiple, cuestión que sí es posible con el
texto escrito.
PASOS OPERATIVOS DE UNA
SESIÓN
Apertura de la sesión (paso
1)
1. El director abre la sesión dando lectura al plan de trabajo acordado;
luego se confirma la elección del protocolante, del relator y del corredor y se
eligen para la sesión siguiente los mismos roles.
2. El director da la palabra al protocolante, quien debe introducir el tema
de la sesión y convocar, mediante preguntas e interrogantes, al relator a presentar
su aporte al tema del seminario.
3. Concluida la exposición del relator, estimando un tiempo máximo de 30 minutos,
acto seguido se concede la palabra al correlator, que dispondrá de un tiempo
límite de 15 minutos.
4. Al iniciar el debate, el director estará atento a la participación,
apreciando las intervenciones, aclaraciones y respuestas posibles. Se prevé que
la discusión no debe durar más de 30 minutos.
5. Finalizada la discusión, el director sintetiza las conclusiones más relevantes
y recoge las respuestas o cuestiones que quedaron pendientes, ya sea por falta
de tiempo o información disponible.
6. El grupo evalúa la sesión: roles, tratamiento del tema.
7. Concluye el director con un resumen de las actividades principales desarrolladas
en la sesión, tarea que puede delegar en un coordinador, y convoca la próxima
sesión.