Detrás del sonado escándalo del Servicio Secreto estadounidenses con trabajadoras sexuales en la Cumbre de las Américas, se cierne un problema quizá mas delicado que deteriora la imagen de Colombia en el mundo e incluso podría poner en riesgo la industria del turismo nacional.
Diversas son las opiniones, pero todas coinciden en que la imagen que proyecta el país hacia el exterior no es la más positiva. Algunos se atreven, incluso, a afirmar que Colombia puede estarse “vendiendo” como un destino de turismo sexual, más que por su historia, playas, su gente o su gastronomía.
Voces encontradas
Paula Cortés Calle, directora de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), señala que aunque el eco mundial del famoso escándalo afecta gravemente la imagen del país, ello no lleva a que la industria de la hotelería, el turismo y los viajes se vean afectados directamente con la disminución en la llegada de turistas al país o en la ocupación hotelera.
“No genera un impacto de menor ocupación o menor destino. El problema atañe a la imagen del país, no tiene que ver con los turistas que estamos recibiendo. El escándalo de Cartagena es más que todo una mala imagen para el país y es destacar algo que no es lo más importante o relevante en ninguna industria, país o destino”, asegura Cortés.
Sin embargo, para Humberto Rodríguez, vocero de la Fundación Renacer, que trabaja estos temas a nivel nacional, la prostitución en contextos de turismo, al estar asociada con la explotación sexual, sí afecta a la industria pues la problemática se asocia con otras como el comercio de drogas y armas, el cual genera inseguridad en el ciudadano extranjero que quiere visitar el país.
“El turismo no es el causante de la explotación sexual, pero sí la facilita. Este problema baja la tasa de ocupabilidad de los destinos turísticos, se pierde el posicionamiento del país en el mercado y pueden existir pérdidas a largo plazo en la industria de viajes y turismo. También se genera una inseguridad en los destinos turísticos porque la explotación sexual se asocia con el comercio de drogas y de armas”, expresa.
Para la senadora Alexandra Moreno Piraquive, presidenta de la Comisión de Equidad de la Mujer, Colombia ha venido proyectando una imagen negativa por su cultura del narcotráfico y esto ha hecho que muchos extranjeros consideren que en el país hay impunidad en los delitos.
Por esta razón, indica Moreno, dichos visitantes llegan al país en busca de servicios sexuales, muchas veces con menores de edad, lo cual no solo es un grave delito sino que también acrecienta la fama del país como destino para el “comercio sexual”.
“Muchos llegan buscando sexo con menores de 18 años y eso hace que nos consideren afuera como un paraíso sexual en donde reina la impunidad”, manifiesta la senadora.
En todo el país
Para Germán Nova, profesor titular e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, de Bogotá, el escándalo de la Cumbre de las Américas fue más bien la oportunidad para mostrar un problema que no solo le atañe a Cartagena, sino que además está latente en casi todo el país bajo la clandestinidad.
“Son muchas las ciudades que tienen este tipo de actividades, lo que pasa es que no generan escándalos y por eso siguen siendo desconocidas. Esa imagen de lo que pasó en Cartagena nos lleva a creer que el problema es solamente allá, pero hay muchas ciudades en el país en donde el comercio sexual es un gran negocio para un grupo de mafias”, manifiesta el docente.
El investigador Nova señala que por tratarse de una actividad que se mantiene en la clandestinidad, es muy difícil tener unas estadísticas precisas y oficiales sobre las regiones en las que más se práctica el llamado turismo sexual o un porcentaje sobre quiénes y cuántos lo hacen. “Muchas veces esto cae también en la especulación”, dice.
Los datos existentes son registrados sencillamente como cifras sobre prostitución o se enmarcan en problemáticas como la llamada trata de personas o la explotación sexual.
Al respecto, Humberto Rodríguez señala que en el tema del turismo sexual, que involucra a menores de edad, sí se tienen datos precisos pues es una actividad ilegal que requiere sanciones. En este sentido, según él, las zonas más afectadas son las fronterizas y ciudades costeras. Añade que en esas mismas zonas se pueden estar presentando elevados niveles de turismo sexual.
“Muchas mujeres que hoy están en la prostitución iniciaron siendo niñas, es decir, que fueron abusadas o vulnerados sus derechos. Es muy difícil que un adulto llegue directamente a la prostitución y por eso es importante empezar a trabajar en prevención sexual desde la niñez”, argumenta el académico.
Respecto a las estadísticas, Anato afirma que por obvias razones no es posible controlar o contabilizar el ingreso de turistas extranjeros al país que vienen con el único propósito de sostener relaciones sexuales con colombianas. El tema es un secreto a voces que explota sólo en un marco especial, como sucedió en la Cumbre de las Américas.
El dato más preciso al cual pudo acceder este medio está consignado en el más reciente estudio que hizo la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en 2009, sobre el fenómeno de trata de personas. En dicho documento se destaca como dato relevante que el turismo sexual tiene una presencia importante en la Costa Atlántica, en especial en Cartagena y Barranquilla.
“La vocación turística de Cartagena y en menor medida de Barranquilla ha influido en la presencia del delito de la trata de personas en estas dos ciudades. El turismo es uno de los renglones productivos más dinámicos en esta región”, señala el estudio en uno de sus apartes.
Al cierre de esta edición, Colprensa no había recibido respuesta del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a la solicitud hecha por el medio de comunicación para conocer estadísticas relacionadas con el tema.
Prevención y legislación
La prostitución, en concreto la que es practicada en contextos de turismo, no es considerada como un delito en Colombia, por lo menos no cuando los involucrados participan de manera voluntaria y son mayores de edad.
Para la senadora Moreno Piraquive mientras no haya leyes sobre el tema no es posible castigar a las personas involucradas en dicha actividad, por ejemplo a las trabajadoras sexuales,porque podrían vulnerarse derechos constitucionales como el del trabajo.
La parlamentaria aclara que aplicar sanciones en un tema en el que la explotación está tan latente, podría llevar a “la equivocación de castigar a la trabajadora sexual y no a quien se aprovecha de ella”, sea el proxeneta, cliente o cualquier personaje que pudiera estar incurriendo en el abuso.
Sin embargo, enfatiza la congresista, no existen impedimentos para adelantar campañas y estrategias en las diferentes industrias del sector turístico para que éstas no se terminen convirtiendo en intermediarias de servicios sexuales a turistas o en promotoras de la imagen del país como destino para el llamado comercio sexual.
“Hay un compromiso del sector turístico y sabemos que en algunos hoteles tienen normas de comportamiento al respecto y están controlando el ingreso de personas no registradas en el Hotel, pero eso es política de cada uno de esos establecimientos”, comenta Moreno Piraquive.
Paula Cortés corrobora la afirmación al asegurar que “en muchos hoteles se hace un control específico para que no pasen circunstancias tan bochornosas como las que sucedieron en la Cumbre de las Américas”.
Así mismo, aclara la vocera de Anato, que en vista de que el ingreso de trabajadoras sexuales a los hoteles no es tan fácil de controlar, ellos se adelantan con campañas en las que invitan a los turistas a disfrutar “sanamente” su visita al país.
“Anato promueve con sus agencias de viajes, paquetes turísticos en los que se invita al viajero a rechazar a todo tipo de malas prácticas de turismo sexual en nuestro país. También adelantamos campañas nacionales en los aeropuertos de Colombia y en los destinos turísticos donde invitamos a conocer nuestras playas, gastronomía, destinos, y no la práctica sexual”, comenta.
Explica Cortés Calle que a los hoteles también llegan estas campañas, apoyadas por el Viceministerio de Turismo y los gremios del sector, las cuales dan muy buenos resultados. Sin embargo, añade que “no tenemos una medición exacta de cifras y de números con los que podamos decir si ha disminuido o no” el turismo sexual en Colombia.
Cotelco no se pronuncia
Colprensa intentó comunicarse con el principal gremio hotelero del país, la Asociación Hotelera y Turística de Colombia, Cotelco, para conocer su posición frente al turismo sexual, sin embargo, los voceros de la entidad manifestaron que por ahora no se pronunciaran este tema.